miércoles, 5 de octubre de 2011

OTRA PUÑALADA AL CORAZON

En este caso debo hablar desde el corazón mas que con la cabeza. Duele mucho este momento, y personalmente todavía no encuentro explicaciones ni responsables. No se si Mario Finarolli podría haber hecho mucho mas con estos jugadores ni tampoco si culparía a los protagonistas. Repaso los que jugaron y, salvo Banegas que cada vez le pesa un poco mas la camiseta, no se si buscaria en nombres la culpa. Carboni y Petrovelli están en un nivel bajisimo, pero ¿se puede esperar mucho mas de ellos?.
Se me paso por la cabeza en medio de tanta bronca esa famosa frase del fútbol argentino: "Que se vayan todos". Y ahora me planteo si los Serrano, los Testa, los Gomito merecen eso. Seguramente la respuesta sea que no.
El partido fue extraño porque ya de arranque se pudo ver cual era la forma de jugar de Lamadrid en su estadio: meter, meter y meter mas. Y en cuanto haya alguna pelota parada mas o menos cerca del area de Chicago meter el pelotazo para ver que pasa. Y asi fue como al primer cobro cruzado a unos 30 metros del arco de Drago nadie la pudo despejar y apareció Pizarro por atras de todos para fusilar al ex arquero de Tristan Suarez y empezar a encaminar la victoria del Carcelero ante su gente. Las cosas mucho mas negras que verde para los de Finarolli. Y afuera empezabamos a sufrir. Un poco mas.
El resto del primer tiempo siguio con esa tematica de parte de los de Franzoni y Chicago intentaba jugar, aunque era imposible por el mal estado del campo de juego y lo reducido de los espacios. Ellos estaban muy bien parados y nosotros todo lo contrario.
Hubo una oportunidad de Ezequiel Petrovelli mano a mano que fue evitada por el 1 local, y otra del rosarino que se fue apenas desviada. En el medio Lemos con la entrega de siempre y sorprendentemente Matias Escudero, ubicado sobre el lateral, se convertia con mucha voluntad en una variante en ataque. Serrano, como en todos los partidos de este año, pedia la pelota y tambien pretendia jugar por abajo, pero no se podia. Era absolutamente imposible a pesar de la buena voluntad de los jugadores de Chicago.
Para la segunda etapa a la cancha Christian Gomito Gomez en el lugar de Roberto Bochi y a repatir piezas: Coronel, Flotta y Escudero atras. Delante de ellos Castagno, Lemos y Banegas. Serrano y Gomito para crear juego y arriba Carboni y Petrovelli.
Rapidamente se vieron diferencias, porque el de Devoto se refugiaba bien cerca de su arco y el Verde iba, con criterio y con el talento evidente de sus dos grandes leyendas vivas. A los pocos minutos de iniciada esa segunda etapa ellos fueron quienes generaron una linda jugada que termino con pase a Petrovelli que marco el gol, aunque el juez de linea levanto la bandera y anulo el empate. Algo estaba por venir.
Pocos minutos despues, Julio Serrano aprovecho los espacios tras otra jugada asociada y definió con la calidad que lo caracteriza al palo derecho del arquero y puso el empate. Delirio de los mas de 300 hinchas de Chicago que habia en cancha, entre infiltrados y "allegados" en la tribuna visitante que da a la calla Bermudez. Se abria la esperanza nuevamente.
Luego el partido se acható visiblemente y la diferencia se notaba desde afuera: el tecnico local y su carismatico ayudante de campo (no lo nombro porque no se quien es, pero generaba simpatia con sus gestos y gritos de aliento a los jugadores) se volvian locos ante cada fallo del juez Stocklas. Se desarmaban para reclamarle a los suyos por perder una marca o desperdiciar una chance de gol. A pocos metros, en el banco de Chicago, estaba Mario Finarolli sentado y con pocas señales de vida. Casi nulo, con su anotador a mano, pero sin atinar a hacer alguna modificacion, sobre todo teniendo en cuenta que hace 4 dias muchos de los que estaban en cancha jugaron en Comunicaciones en la derrota ante San Telmo. Dos diferentes formas de vivir un partido de futbol, pero que al menos en este caso repercutieron en lo que paso dentro del campo de juego.
A 10' del final, con el Verde ya decidido a buscar el triunfo, una contra excelentemente generada por Leonardo Ramos (me resisto a hablar demasiado de este desagradecido, tirando codazos a sus ex compañeros) fue definida por Viqueira y se fue de las manos la clasificacion a la siguiente ronda de la Copa Argentina. Si, General Lamadrid jugará ante los grandes clubes del pais, mientras que nosotros vamos a tener que verlo por tele. Otra decepcion en este 2011, el año del Centenario de Nueva Chicago.
¿Sigue Mario Finarolli? Por ahora, parece que el lunes tendra su ultima chance. Pero en Chicago nunca esta dicha la ultima palabra...
OTRA CANCHA QUE NO ESTA ACORDE A LA HISTORIA Y LA GRANDEZA DE CHICAGO. COMO DUELE VERTE ASI VERDE DE MI VIDA, COMO DUELE...

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