sábado, 5 de noviembre de 2011

PARA SEGUIR SOÑANDO

Chicago llegó al sur de la Provincia de Buenos Aires con la mente puesta en conseguir el segundo triunfo consecutivo, tras vencer a Colegiales en Mataderos, y con la ventaja de haber descansado 15 dias por haber quedado libre en la ultima fecha. En ese tiempo se pudo recuperar algunos lesionados, aunque Mario Franceschini prefirió resguardar a prácticamente todos (salvo a Juanjo Barreña que ocupó un lugar entre los suplentes e inclusive entro en el segundo tiempo) y afianzar a los once que lograron los tres puntos en el ultimo encuentro. En toda la semana entrenó con ese equipo, aunque en el cierre de la misma el entrenador decidió una modificación tactica en un 100%: adentro Juan Vinaccia, quien tuvo grandes actuaciones para los suplentes a lo largo del receso, y afuera Patti. El juvenil mostró un gran nivel en su debut pero el técnico preveía un partido áspero en el medio por lo que prefirió preservarlo. Sobre todo, pensando en que Paco dejó la cancha con un notorio cansancio.
El ya clásico esquema con cuatro defensores, cuatro volantes, Gomito y Carboni en ataque era el esquema que arrancaba el encuentro. Rápidamente se pudo ver que Chicago seguía con la idea de que los minutos pasen con la pelota en su poder, pero con paciencia y sin desesperarse. Lo primordial en esta nueva era sigue siendo el mantener la vaya en cero y a partir de eso construir las victorias.
A lo largo de la primera etapa se vio un Julio Serrano muy activo como siempre pidiendo la pelota y juntándose con los otros dos habilidosos del equipo: Gomito y Castagno, que se complementaron con el 11 y con la constante colaboración de Emiliano Lago desde el lateral derecho, otro punto alto. Por el otro lado el colombiano Ramirez se proyecto poco, pero con criterio. Mientras que Vinaccia iba, iba y seguía yendo. Todo hacia indicar que había sido un acierto del entrenador el echo de que el Pájaro fuera de la partida.
Promediando esa primera etapa pasó algo que nadie esperaba, y que a priori podía ser un golpe duro para el equipo desde lo emocional y lo deportivo: uno de los lideres del equipo, Julio Serrano, recibió un fuerte golpe (el cual el arbitro, de manera esperable, ni siquiera vio) y pocos minutos después tuvo que dejar la cancha. En su lugar ingresó el cordobés Roberto Bochi, quien está relegado en estos momentos por el gran momento de Lemos y por su escasa condición de "polifuncional", su lugar en la cancha esta en el medio y es casi imposible correrlo de ahí.
Los primeros minutos tras este cambio mostraron que la única diferencia pasaba por los nombres: el recién ingresado se juntó de manera impecable con sus compañeros y hasta se acercó a situación de gol. El complemento con Lemos para distribuirse las tareas en el centro del medio campo también fue algo que se pudo ver rápidamente. Chicago era mas, pero le costaba llegar a tener chances netas de gol.
En el cierre del primer tiempo un contra ataque terminó con un centro de Vinaccia al medio y un terrible cabezazo de Leonardo Carboni que puso en ventaja al verde en el soleado mediodía de Ezeiza. El sol siempre estuvo presente, pero en ese momento empezaba a salir para Chicago. Al descanso con la ventaja y sabiendo que el equipo era mas que su rival. Con poco, pero era superior al fin.
La única preocupación que había en ese momento era el Cabezón Testa que sufrió otro golpe que no vio ese impresentable arbitro (no lo nombro mas porque me hace mal, es el mismo que "dirigió" la final del reducido contra Defensores de Belgrano...) y, teniendo en cuentas la condición fisica del capitán por su edad, la gran duda era si iba a poder salir a disputar la segunda etapa. Esto se descubrió cuando salió al campo de juego con el 2 en la espalda, la cinta roja en su brazo y encabezando la salida del equipo. Había capitan. Todo seguía igual.
En el transcurso de esa segunda etapa el equipo local intentaba, pero era imposible romper el compacto esquema de Chicago y se complicaba mucho yendo a buscar y dejando espacios para los desequilibrantes componentes del medio campo verdinegro. La gran ventaja del Lechero fue que los jugadores del Verde fueron regulando y algunos se fueron desgastando físicamente. Como el caso de Vinaccia y Castagno, que fueron reemplazados por Patti y Barreña.
Fue fundamental la seguridad durante esos 45 minutos de Drago que desde el arco fue formando el triunfo del Verde y siguió afiandoce en su puesto. Tuvo una tapada clave sobre el final, parecía que era gol pero tapó con seguridad abajo al primer palo mandando la pelota al corner.
Fue final y volvió a ganar Chicago. Por primera vez como visitante desde aquel 4 a 0 a Lamadrid en la segunda fecha en la cancha de Barracas Central y consiguió dos triunfos consecutivos tambien desde ese momento, cuando tras vencer al carcelero liquidó por 3 a 0 al Deportivo Armenio en Mataderos.
Con la tranquilidad que da que el mismo Serrano diga "no es nada grave, solo un golpe" el equipo tiene una semana tranquila para empezar a preparar el partido del próximo sabado ante Almagro en casa. ¿Sabes quien dirige al Tricolor de Jose Ingenieros? No se si lo conoces, un tal Mario Finarolli...

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